Cuando
perdemos el derecho a ser diferentes, perdemos el privilegio de ser libres,
dijo alguien alguna vez. Pero ¿quién marca el límite entre lo normal y lo
peculiar? ¿Quién dice que algo es distinto y diferente y por eso es mejor o
peor?
Ilka Brühl tiene 26 años de edad, nació en Alemania
con una grieta facial, pero esto no ha sido impedimento para que cumpla uno de
sus mayores sueños: ser modelo y gritar al mundo que hay que quererse tal y
como somos, con nuestras peculiaridades, esas que nos hacen únicos y especiales.
http://culturainquieta.com/e
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