CNN.- Ciertas frases no se traducen del inglés al coreano. “Cine negro” y “la mirada masculina” son dos de ellas. Sentado con su intérprete en la suite de un hotel en uno de los lugares de entretenimiento más exclusivos de Londres, el director Park Chan-wook las dice con frecuencia, dos islas de inglés en un mar de coreano, como parte de una larga respuesta sobre cómo "Decisión de irse", su última película, interactúa con ambos. El director Park no es ajeno a la naturaleza resbaladiza de las barreras del idioma. Ha construido algunos él mismo. Su última película, “The Handmaiden” (2016), una pieza de época ambientada en la Corea ocupada por los japoneses, exploró la dinámica de poder entre naciones y clases a través de los dos idiomas. En “Lady Vengeance” (2005) una barrera idiomática entre madre e hija obliga al villano, un asesino en serie, a actuar como su intérprete.
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