Danny Aiello, uno de los rostros más populares de la
generación de los actores italoamericanos que triunfaron en los setenta y
ochenta, falleció ayer a los 86 años en un hospital en Nueva Jersey, según ha
confirmado a Variety su agente literario.
Aiello era neoyorquino militante, y
trabajó con los mejores directores de esa ciudad. Si su primera película fue
Muerte de un jugador (1973), junto a Robert De Niro, en la segunda ya alcanzó
una obra maestra: encarnó al mafioso Tony Rosato en El Padrino II (1974).
Así
llegaron títulos como La tapadera (1976) Melodía para un asesinato (1978),
Érase una vez en América (1984) -donde el personaje que encarnaba, un jefe de
policía, se apellidaba como él-, El protector (1985), y La rosa púrpura de El
Cairo (1985), Días de radio (1987) y Hechizo de luna (1987), películas que desembocaron
en su estupenda interpretación en Haz lo que debas, de Spike Lee, en la que
encarnaba al dueño de la pizzería que rehúsa poner fotos de celebridades
italoamericanas en su local Wall of Fame, y que con su rechazo prende la mecha
de las revueltas. Con esa interpretación logró una candidatura al Oscar a mejor
actor secundario, galardón que obtuvo finalmente Denzel Washington por Tiempos
de gloria.
Fuente: elpais.com
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