El segundo
largometraje del director de Los Salvajes pendula entre el cine de género y el
de autor con resultados bastante inquietantes y estimulantes.
Muere,
monstruo, muere es una de las películas más ambiciosas del cine argentino
reciente (para algunos detractores el adjetivo podría ser pretenciosa, pero la
verdad es que el film tiene con qué hacer frente a sus múltiples búsquedas).
Alejandro Fadel desafía todos los prejuicios, las convenciones, los lugares
comunes y las expectativas del espectador con una historia fascinante e
inasible, que muta todo el tiempo de registro, de climas y hasta de género.
Fuente: https://www.otroscines.com
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