La chilena
Lissette Orozco en conversatorio durante el 3er Festival de cine de Jardín,
compartió con los asistentes el tortuoso camino que vivió al documentar un
personaje de su propia familia quien se vio envuelta en uno de los capítulos
más oscuros de la historia reciente de Chile durante la dictadura de Augusto
Pinochet. Lo que inició como un registro para defender a su tía, se convirtió
en más de cinco años de trabajo documental que Lissette resumió como un
“constante conflicto interno de si debía seguir o no con la película El pacto
de Adriana”.
Expresa
Orozco que cuando el montajista le mostró el primer corte del documental, tuvo
una sensación muy fuerte al darse cuenta que alguien a quien ella quería
defender, se contradecía y la había manipulado con sus testimonios. Ante esta
situación, sintió el deseo de borrar el disco duro con el material pero
concluyó que descubrir los secretos de su familia era también de alguna manera
descubrir los secretos de su país en la época de Pinochet, y que más que
fidelidad a su tía lo que no podía era traicionarse a sí misma.
La ciencia
ha demostrado que la capacidad de atención del humano es muy baja. Y si no eres
capaz de captar y mantener la atención de las personas cuando presentas tus
ideas, hablar no te sirve de nada.
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